jueves, 27 de marzo de 2008

Arthasastra o la luz enceguecedora




Este poemario nace en la comarca lagunera de Coahuila y se lanza al universo de las letras partiendo desde este lugar, que puede ser cualquiera.
Carlos Reyes Ávila (Torreón, Coahuila, 1976). Maestro en Filosofía por la Universidad Veracruzana, autor de los libros de poesía Luna de cáncer (1999), Donde oficia la sangre (2001), Habitar la transparencia (2003), Aprendiz de volador (2003), Claridad en sombra (2004), Una llaga en el rostro del tiempo (2007) y de la novela El círculo de Eranos (2007).

Arthasastra se compone de un poema extenso, de largo aliento por parte del poeta y, que nos remite desde el título a un libro antiguo hindú, El Kautiliya Arthasastra, texto escrito en sánscrito en el año 4 a.c, que se conoce más por su contenido en políticas administrativas, o como el Libro del informe, pero que contiene otros aspectos de la vida social, incluyendo la relación del hombre con los animales y las plantas. De aquí Reyes toma el título del poemario que hoy presentamos, toma el nombre y la idea de “informar algo”, en el sentido de transmitir, quiero decir, desde el título mismo hay una búsqueda de belleza y juego con los sentidos de las palabras; característica esencial de la poesía, desde mi punto de vista.

Arthasastra es un poema largo dividido en poemas/partes tituladas, lo anteceden dos epígrafes y luego viene una especie de subtítulo:

“NO HE VENIDO A PONER PAZ SINO ESPADA” y comienza “La larga noche de los nueve senderos”, una mirada del poeta hacia la luz, hacia el despertar, el proceso ascético para fundir el alma con la divinidad, poesía mística, así se inicia el recorrido en este libro, transcribo una imagen:

Desperté
era más triste que el liquen.
Una dorada adormidera
anunciándose en la voz del alba
.
(Arthasastra, pág.13)

Y así todo el libro es la metáfora del viaje en torno a la luz, a veces con cautela , a veces arriesgadamente, pero siempre alrededor de ella, de las sombras, de las tinieblas, que es la otra parte de la que se compone la luminosidad.

En su primera lectura y, aprovecho para comentar, que estamos frente a un poema que hay que releer una y otra vez, pues está cargado no sólo de imágenes, sino de símbolos que evocan nociones de esoterismo, ocultismo y misticismo. Digo que en su primera lectura hay un poema que me atrajo con mayor interés y emoción, que es el de “Éste es el sol en el rostro de Aion” (Liber Zion), inicia así:

LA LIBERACIÓN ESTÁ EN EL OJO
circular pretensión de uniforme luz
agua marina en el ocaso de los incendios
sal de nadie ardiendo en las pieles
de un pasado que acude sin fantasmas…

Continúa el poema y termina con estos cuatro versos:

mientras conviven los misterios
al ritmo de una nota amarga.
Nada es lo que antes era
las huellas digitales sin ritmo propio…
sin rostro alguno.
(Arthasastra, pág.16)


Existe un dios de la Luz, denominado Baphomet, Lucifer, Iblis, Prometeo, que aparece a lo largo de los tiempos entre Los Templarios, Los Rosacruces, Los Illuminati y La Masonería, portando el conocimiento, la luz y la iniciación.

El Liber Zion al que se refiere en el subtítulo este poema es el “Libro de Zion”, que según los “Illuminati” debe ser difundido por los confines del universo, este Liber o libro no debe ser profanado ni atacado, es el Liber de la humanidad futura, debe ser leído cada día para reflexionar en torno a su mensaje, es el Liber de los “Illuminati” y de los que asumen su mensaje, que es: “El Liber Zion será la luz eterna de los siglos venideros y de las civilizaciones del mañana de la tierra y de todo el universo”.
Los “Illuminati” o “los iluminados” es como se les conoce a la órden de los perfectibilistas o iluminados de Baviera. Fue una sociedad secreta fundada en mayo de 1776 en Ingolstad, Baviera.

Y así, recorriendo por pasillos simbólicos que evocan al conocimientos puro y a la frontera de los sueños que se funden con la vigilia, y la locura con la razón, seguimos leyendo “Ante Porta”, “0º de Phycis”, “Cit, Sat, Ananda”, de este poema transcribo:
EL SOL ES UN DIOS DE MORAL DUDOSA
Y nosotros estamos emparedados en nosotros mismos…”
(Arthasastra, pág. 21)

En el poema “YING GUANG GING” (El libro de la contemplación exitosa) - persiste durante todo el libro la imagen de luz relacionada con las sombras y la muerte-, dice:
EL MISMO SOL ES UNA HIPÓTESIS
una idea, una mera especulación de antaño
herencia de cantos fúnebres
despedida de muertos / reminiscencia de la luz…”
En el mismo poema más adelante dice:
¿Ese que llamamos Dios existe
O es sólo un sol infame?
(Arthasastra, pág. 32)


A mi parecer todo libro de poesía auténtico es o debe ser un libro de búsqueda, de exploración , de viaje hacia el centro o a lo más profundo de nuestro ser, recordemos que la poesía no sólo representa a los poetas, sino a todos los hombres. Me atrevo a decir que éste es un libro ampliamente recomendable para su lectura y relectura por varias razones, es original en su forma, está cargado de ricas imágenes y buscan la unidad a través de la diversidad, es decir, crea un todo con las mínimas partes que son los poemas y cada poema es un universo, un cosmos por donde se destilan las sombras y las luces que componen un mismo espectro.

Arthasastra fue publicado por ser ganador en la primera edición de la convocatoria de la Dirección Municipal de Cultura de Torreón Financiarte, en su categoría de Producción Editorial.

Sin duda, es el paso firme de mi amigo, el poeta Carlos Reyes Ávila, por el transitar, muchas veces pedregoso, de la poesía, forjando su madurez estilística y definiendo su propia voz en su espíritu y que refleja por medio de palabras.


Arthasastra, Carlos Reyes Ávila, R. Ayuntamiento de Torreón, Arlequín, Guadalajara, 2007.


Este texto fue leído durante la presentación del libro Arthasastra en el Museo Arocena (MUSA), octubre de 2007 y publicado en la revista de literatura Estepa del Nazas en sú número de diciembre, 2007.




miércoles, 26 de marzo de 2008

Poema del gran romántico alemán Friedrich Hölderlin

DER JÜNGLING AN DIE KLUGEN RATGEBER


Ich sollte ruhn? Ich soll die Liebe zwingen,
Die feurigfroh nach hoher Schöne strebt?
Ich soll mein Schwanenlied am Grabe singen,
Wo ihr so gern lebending uns begräbt?
O schonet mein! Allmächtig fortgezogen,
Muss immerhin des Lebens frische Flut
Mit Ungeduld im engen Bette wogen,
Bis sie im heimatlichen Meere ruht.

Des Weins Gewächs verschmäht die kühlen Tale,
Hesperiens beglückter Garten bringt
Die goldnen Früchte nur im heissen Strahle,
Der, wie ein Pfeil, ins Herz der Erde dringt.
Was sänftiget ihr dann, wenn in den Ketten
Der eh'rnen Zeit die Seele mir entbrennt,
Was nimmt ihr mir, den nur die Kämpfe retten,
Ihr Weichlinge! mein glühend Element?

Das Leben ist zum Tode nicht erkoren,
Zum Schlafe nicht der Gott, der uns entflammt,
Zum Joch ist nicht der Herrliche geboren,
Der Genius, der aus dem Ärther stammt;
Er Kommt herab; er taucht sich, wie zum Bade,
In des Jahrjunderts Strom, und glücklich raubt
Auf eine Zeit den Schwimmer die Najade,
Doch hebt er heitrer bald sein leuchtend Haupt.

Drum lasst die Lust, das Grosse zu verderben,
Und geht und sprecht von eurem Glücke nicht!
Pflanzt keinen Zedernbaum in eure Schreben!
Nimmt keinen Geist in eure Söldnerspflicht!
Versucht es nicht, das Sonnenross zu läbmen,
Lasst immerhin den Sternen ihre Bahn!
Und mir, mir ratet nicht, mich zu bequemen,
Und macht mich nicht den Knechten untertan.

Und könnt ihr ja das Schöne nicht ertragen,
So führt den Kreig mit offner Kraft und Tat!
Sonst ward der Schwärmer doch ans Kreuz geschlagen,
Jetzt mordet ihn der sanfte kluge Rat;
Wie manchen habt ihr herrlich zubereit
Fürs Reich der Not! wie oft auf euern Sand
Den hoffnungsfrohen Steuermann verleitet
Auf kühner Fahrt ins warme Morgenland!

Umsonst! mich hält die dürre Zeit vergebens,
Und mein Jahrhundert ist mir Züchtigung;
Ich sehne mich ins grüne Feld des Lebens
Und in den Himmel der Begeisterung;
Begräbt sie nur, ihr Toten! eure Toten!
Und preist das Menschenwerk und scheltet nur!
Doch reift in mir, so wie mein Herz geboten,
Die schöne, die lebendige Natur.



EL JOVEN A SUS JUICIOSOS CONSEJEROS

¿Pretendéis que me apacigüe? ¿Que domine
este amor ardiente y gozoso, este impulso
hacia la verdad suprema? ¿Que cante
mi canto del cisne al borde del sepulcro
donde os complacéis en encerrarnos vivos?
¡Perdonadme!, mas no obstante el poderoso impulso que lo arrastra
el oleaje surgente de la vida
hierve impaciente en su angosto lecho
hasta el día en que descansará en su mar natal.

La viña desdeña los frescos valles,
los afortunados jardines de la Hesperia
sólo dan frutos de oro bajo el ardor del relámpago
que penetra como flecha el corazón de la tierra.
¿Por qué moderar el fuego de mi alma
que se abrasa bajo el yugo de esta edad de bronce?
¿Por qué, débiles corazones, querer sacarme
mi elemento de fuego, a mí que sólo puedo vivir en el combate?

La vida no está dedicada a la muerte,
ni al letargo el dios que nos inflama.
El sublime genio que nos llega del Éter
no nació para el yugo.
Baja hacia nosotros, se sumerge, se baña
en el torrente del siglo; y dichosa, la náyade
arrastra por un momento al nadador,
que muy pronto se sumerge, su cabeza ceñida de luces.

¡Renunciad al placer de rebajar lo grande!
¡No habléis de vuestra felicidad!
¡No plantéis el cedro en vuestros potes de arcilla!
¡No toméis al Espíritu por vuestro siervo!
¡No intentéis detener los corceles del sol
y dejad que las estrellas prosigan su trayecto!¡
Y a mí, no me aconsejéis que me someta,no pretendáis que sirva a los esclavos!

Y si no podéis soportar la hermosura,
hacedle una guerra abierta, eficaz.
Antaño se clavaba en la cruz al inspirado,
hoy lo asesinan con juiciosos e insinuantes consejos.
¡Cuántos habéis logrado someteral imperio de la necesidad! ¡Cuántas veces
retuvisteis al arriesgado juerguista en la playa
cuando iba a embarcarse lleno de esperanza
para las iluminadas orillas del Oriente!

Es inútil: esta época estéril no me retendrá.
Mi siglo es para mí un azote.Yo aspiro a los campos verdes de la vida
y al cielo del entusiasmo.
Enterrad, oh muertos, a vuestros muertos,celebrad la labor del hombre, e insultadme.
Pero en mí madura, tal como mi corazón lo quiere,
la bella, la vida Naturaleza.


Hölderlin (1770-1843), versión de Cisne Negro http://dreamers.com/cisne/textos/1.html

martes, 25 de marzo de 2008

Sobre Arena de hábito lunar o haces de luz por todas partes







La poesía pretende cumplir la tarea
de que este mundo no sea sólo
habitado por los imbéciles.
ALDO PELLEGRINI



El término “poesía” viene del griego poiesis y del latín poesin; arte de evocar y sugerir sensaciones, emociones e ideas mediante un empleo personal del lenguaje, creando imágenes, ritmos y cadencias. Y el rol de la poesía a través de la historia ha sido la de redimir al hombre, dirigir sus pasos hacia un camino de luz y belleza, dotarlos de alas y sueños y es en esta segunda característica donde creo que puedo ubicar al poemario del que hablaremos, en esos poemas que surcan el sendero hacia lo bello, aunque trate en momentos de asuntos oscuros como el olvido, pues el verso escrito no sólo representa al poeta, sino también a todos los hombres.
La poesía es en sí misma un misterio.

Intentaré expresar en estas líneas mi recomendación al más reciente libro de poesía de Marco Antonio Jiménez (Torreón, Coahuila, 1958); la primera reedición de su título Arena de hábito lunar (Colección los poetas, Aldus/Icocult, 2006).
Primeramente –hay que partir de algún lugar- este libro se estructura externamente en cuatro partes:
Hábitos, 2. Las descendencias abolidas, 3. Los multiplicados y 4. Arenas crecientes.
Internamente encontramos redes de significados y significantes en evocaciones, la mayoría, a mi juicio, luminosas. Hay luz por todas partes, aunque lo que se esté nombrando contenga visos oscuros y/o de sombras algunas veces. Hay intención evocativa, decía, nostálgica:
“Porque la luna se encierra en el desierto
como en sí misma: roca abierta al reposo…

El desierto, la nada, la ausencia, el olvido, no por carecer de la vegetación, del todo, de la presencia, de lo no olvidado, deja de ser hermoso en su plenitud, para muestra el texto que más me impactó ahora en su primera lectura:

VII

El despojo erigió sus templos en la arena
quiso eternizar en la planicie su vasta
propensión al infortunio
le devolvió al mar su cementerio
su olvidado alojamiento:
en todo auto rendido en el desierto
cruzan gatos y aves de agua

peces hurgando los tesoros del naufragio


También agradezco a Marco Jiménez la economía del lenguaje, pues creo que la poesía es ante todo síntesis. Son contados los poemas que rebasan una página, son cuatro en total en todo el libro.
El poeta se reencuentra consigo mismo en el desierto:
“Ha atracado la nave perdida en el tiempo” .

Y si vamos con la idea de Heidegger en su libro La esencia de la poesía, donde toma como ejemplo la poesía de Hölderlin, poeta romántico alemán y además, dice que el filósofo, que busca la verdad, debe estudiar al poeta, pues cree que en él radica la verdad del ser, la poesía de Marco se instala aquí, por eso recomiendo su lectura, aquí el lector se encontrará una y otra vez con una producción rica en imágenes y metáforas, un recorrido por el desierto a través de la lupa del poeta, todo ello realizado con claridad en el lenguaje y sobre todo, con el espíritu cantando su verdad, la de Arena de hábito lunar, sin duda este es un aporte significativo para las letras laguneras.
Arena de hábito lunar, Marco Antonio Jiménez, Icocult / Aldus,
Colección Los poetas, 2006.
Texto publicado en la revista de literatura y pensamiento Acequias, núm. 40, 2007.

LAS VOCES DEL TRANVÍA. PASEO POÉTICO LAGUNERO


Históricamente, desde siempre, ha habido poesía en el mundo. Desde el arte prehistórico, donde la inquietud de dejar registro de sí llevó al hombre a ingeniárselas para utilizar vegetales y dibujar lo que vivía en la era de las cavernas. Por eso en las cuevas hoy en día podemos admirar las pinturas rupestres, la expresión poética de entonces y el origen del arte. Después vendrían los cantos y rituales para la época de cosechas, para las lluvias, para esto y aquello se cantaba. La poesía es un canto y es celebración.

Y así, en la primera década del siglo XXI, en el norte de México, una ciudad llamada Torreón, ubicada en el estado de Coahuila, al noreste del país, llega a sus primeros cien años como tal. Se constituyó un comité de festejos (Consejo del Centenario, A.C)) por los 100 años de la ciudad y dentro de muchos eventos de diversa índole: artísticos, culturales y deportivos, se encuentra la edición de algunos libros conmemorativos al primer siglo de este lugar conocido también como la Comarca Lagunera o La Laguna, hija de dos estados: Coahuila y Durango. Las tres ciudades más importantes de la Comarca son Torreón, Coahuila; Gómez Palacio, Durango y Ciudad Lerdo, también Durango.

Los libros han ido desde la historia, la economía y la política, hasta de poesía, como del que comentaremos aquí someramente. Es un libro –en el aspecto externo- de lujo, pasta dura, a tres tintas, forro con solapas; tiene un tiraje de 3000 ejemplares. En la portada tiene una viñeta de Patricia Hernández, joven artista visual lagunera que ilustró un tren con el destino rotulado en su costado: Eléctrico de Lerdo a Torreón ; el tren era un medio de transporte imprescindible para el crecimiento de la economía y demás actividades de la comarca lagunera, símbolo de su desarrollo y progreso.

Las voces del tranvía. Muestra poética de La Laguna es el título del libro del que hablo. Compilación hecha por Rossana Conte, mujer que ha estado ligada al medio artístico durante toda su vida, sea en la música, en las artes plásticas y en la literatura, al decir de Francisco Amparán en la solapa del libro. Este libro forma parte de las publicaciones de la colección literaria del Centenario de Torreón, se editó gracias al R. Ayuntamiento de Torreón, la Dirección Municipal Cultura y el Consejo del Centenario, A.C.

Este libro pretende mostrar el canto de La Laguna que ha transitado ya una centuria.
En sus páginas desfilan desde Felipe Sánchez de la Fuente, poeta nacido en 1904, hasta jóvenes poetas como Ivonne Gómez de 1979. La Muestra está dividida en tres partes : Los Eméritos, Los Actuales y Nuevos poetas; de la primera quiero rescatar a dos autores por la importancia que tuvieron no sólo en las letras locales sino a nivel nacional, ellos son Rafael del Río (1915-1979), quien fundó el Liceo Lagunero y gracias a ello nace la revista Cauce, que determinó a un grupo importante en el incipiente pero fundamental movimiento literario de Torreón, además de que fue maestro y figura esencial en el desarrollo literario de Enriqueta Ochoa (1928) . Rafael trata en sus poemas como los otros autores de esta primera sección asuntos como el desierto y el paisaje regional, pero la diferencia radica en el estilo, es decir, la manera de referirse al desierto, más directa, emotiva y luminosa:

La luz en el desierto inventa formas.
Es como riente claridad bravía;
insólito cristal, audaz poliedro
que por el cielo cumple su albedrío.

(Del poema "Épica del desierto", parte III, Las Voces del tranvía, pág. 45)

Me parece que Rafael del Río sí canta al desierto. Hace ver y sentir que está allí, es decir, canta al desierto y desde el desierto, lo que a mi gusto resulta más atractivo y universal. Los otros autores alaban al desierto pero mitificándolo de una manera que me parece se alejan un poco y denotan menor autenticidad. En el caso de Enriqueta Ochoa, pues hablamos de una de las poetas más importantes no sólo de Coahuila, sino de México, además de que está viva y sigue escribiendo, para muestra un par de nuevos textos que envió para este libro; hay en estos poemas incluidos una serie de homenajes a poetas y personajes literarios que le han dado goce y aprendizaje en su vida, hay otra posición frente a la poesía y aunque los temas van desde la esencialidad de Dios para la vida, no deja de lado el toque sensual que caracterizan sus poemas desde un claro “yo femenino”, aunque todos estos elementos se funden en el oficio de la poeta, cito unos versos del poema “Rainer María Rilke”:

¿Eres tú a quien busqué y a quien encuentro?
Rilke, el socavador de Dios en sus verdades,
el de la soledad y los ángeles llameantes
rasgando la tiniebla
.

(Las voces del tranvía, pág.80)

Entonces, en esta primera sección vienen incluidos Felipe Sánchez de la Fuente, los poetas ya mencionados (Rafael del Río y Enriqueta), Salvador Vizcaíno Hernández, que incluye sonetos y la autora de "Canto al desierto", Adela Ayala.

La segunda parte “Los actuales” nos ofrece una muestra de poetas más definidos, con mayor oficio y mayores ambiciones estéticas, aunque éstas tengan grandes y notables diferencias entre sí, por ejemplo de que encontramos a un poeta de más de 70 años junto a uno que tiene 30, esto aclara un poco lo que digo, pues tanto por experiencia vital como de bagaje literario se notan éstas. Estra sección abre con Fernando Martínez Sánchez (1934), pasando por Saúl Rosales, Joel Plata, Lidia Acevedo, Jorge Valdés Díaz-Vélez, Pablo Arredondo, Marco Antonio Jiménez, Miguel Ángel Morales Aguilar, Édgar Valencia y termina la sección con Carlos Reyes Ávila(1976). Aquí observamos a los poetas a través de sus cantos, que en un momento de sus vidas en la Comarca han tenido que emigrar a otro lado, la ciudad de México la mayoría, e incluso fuera del país. Me parece por mucho la sección más rica poéticamente hablando, aquí vemos una variedad de estilos, tonos, voces, temas y tratamientos distintos, ambiciones estéticas y de riesgo muy claras.

Los poetas de esta sección han tenido obtenido numerosos premios y distinciones por sus obras, han de sumar más treinta títulos entre los 10 autores. Aquí pudieron estar incluidos Jaime Muñoz Vargas, Gilberto Prado Galán y si me apuran, el filósofo y poeta Mauricio Beuchot. No veo ninguna causa que justifique su omisión.

La tercera y última parte es “Nuevos poetas”, aquí se le pidió personalmente a cada autor un poema por participación; de 6 autores dos no tienen libro individual publicado y me parece que en esta parte es donde se debió abrirse la Muestra a más poetas, pues hay muchos de ellos que inician y que ya publican en revistas de la región y fuera de ella, aquí podemos apreciar mayor arrojo por parte de estos autores y una sensación de desencanto ante la vida y no porque los demás poetas sigan muy ilusionados, sino que es más evidente en la expresión de los nuevos poetas. Los autores por órden de aparición son Adriana Luévano, Fernando Fabio Sánchez, Julio César Félix, Daniel Maldonado, Sebastián Margot Noriega e Ivonne Gómez Ledezma.

En este sentido sí hay un recorrido por la poesía producida en la Comarca Lagunera en sus primeros cien años, y por lo tanto un referente importante para el estudio de la literatura en esta región del norte de México.

Ahora, es un libro bicéfalo, es decir, tiene dos cabezas (la imagen no es mía), dos prólogos, ¿dónde se ha visto eso y por qué motivos?, nunca ha sido ni serán necesarios dos prólogos; uno de Gilberto Prado y otro de Eduardo Langagne.
En cuanto al criterio de selección de materiales, creo que también hay incoherencias, pues se especifica al inicio del libro que el criterio a seguir en la parte de “Los actuales” consistió en elegir autores que tuviesen premios nacionales de literatura. El criterio se rompe con dos autores. Posteriormente, en la última sección, la llamada “Nuevos poetas”, está muy dispareja, pues el que esto escribe está incluido allí, y si bien me encuentro agradecido por ser considerado y adoptado de cierta manera por La Laguna literaria, debieron haber hecho una anotación sobre mi inclusión en esa parte, pues además de que tengo más de cuatro libros publicados, cosa que ninguno de los “Nuevos poetas”, hay autores allí que no tienen obra publicada todavía, como lo he mencionado antes y por último, pues nací en Navolato, Sinaloa, origen que está expresado debajo de mi nombre y uno como lector no se explica el hecho de que no siendo oriundo de la Comarca esté incluido un poeta de “fuera”, aunque ya radique acá hace un par de años, con trabajo e hijos aquí.

Las voces del tranvía. Muestra Poética de La Laguna es una valiente e importante empresa, quizá faltó la inclusión de otros autores que no están allí, pero nos sirve, como decía antes, para tener un mayor panorama de las letras laguneras a partir del siglo XX en el recorrido de un siglo. Junto a Condominio de poetas, compilación de poesía realizada por Saúl Rosales y publicado por la Dirección Municipal de Cultura en el 2000 y en el 2001(a reserva de equivocarme) me parecen que son las únicas referencias poéticas que un estudioso o curioso de la literatura lagunera deberá atender.



Las voces del tranvía. Muestra Poética de La Laguna, Rossana Conte, comp., Dirección de Cultura de Torreón / Consejo del Centenario de Torreón, A.C., 2007.

Texto publicado en la revista de literatura y pensamiento Acequias, núm. 41, 2007.